miércoles, 26 de marzo de 2014

SEGUNDA SESIÓN DE NUESTRO TALLER DE LECTURA EN EL AULA DE MAYORES.

El pasado lunes 24 de marzo tuvo lugar la segunda sesión de nuestro Taller: La lectura a través de los tres grandes géneros literarios. Como ya avanzamos la semana pasada comenzamos con la novela COMO AGUA PARA CHOCOLATE de la autora mejicana: Laura Esquivel. Todo el mundo sabe cuál es la importancia que tiene la cocina en esta novela y hasta qué punto la comida es protagonista y determina el curso de los acontecimientos en este libro. Es por eso que pedí a mis alumnos una receta de cocina y un cuento basado en esa receta. Es lo que hemos llamado nuestro

RECETARIO DE CUENTOS

Comenzamos con el BIZCOCHO de ANGUSTIAS GARCÍA:

"LA ABUELA BIZCOCHA".

La abuela Bizcocha tenía tres nietos: María, Luis y Ana. Los tres niños querían mucho a la abuela Bizcocha porque con ella se lo pasaban guay; ella apenas les regañaba, para eso ya estaban sus papás. Ella solo pensaba en pasarlo bien con ellos.
Les contaba cuentos, les cantaba canciones, se los llevaba a pasear al campo porque a los cuatro les encantaba pasear. Cuando cantaba un pájaro se paraban para oírlo, observaban cómo las hormigas trabajadoras incansables organizan sus nidos para el invierno, cómo las traviesas ardillas correteaban por la alameda que había cerca de casa, cómo encontrar un trébol de cuatro hojas porque eso daba suerte…
También les enseñaba cómo cocinar un dulce que llevaba su nombre y que se llama Bizcocho y que se cocina como sigue:
-1 yogur.
-3 medidas de harina.
-1 medida de azúcar
-Media de aceite.
-Raspadura de limón
-3 huevos
-1 sobre de levadura.
Lo cocinamos entre los cuatro. Cada uno puso algo en el recipiente, lo cubrimos de azúcar y al horno. Mientras la abuela hizo unas tazas de chocolate para chuparse los dedos. Cuando el dulce estuvo frío, se lo merendaron entre los cuatro. Por eso los niños quieren tanto a la abuela Bizcocha.


"TARTA DE PAN DE MOLDE SIN CORTEZA"
DORA SAAVEDRA.




Hace ya algún tiempo me invitaron a cenar y en la mesa había infinidades de platos, cuál de ellos más exquisito: jamón, queso, patatas, carne en salsa…pero algo llamó mi atención en el centro de la mesa. Allí estaba ella: radiante, majestuosa, colorida. La descubrí, la probé y me conquistó…y hoy quiero contaros y compartir con todos ustedes LA SABROSA Y APETITOSA TARTA DE PAN DE MOLDE.
Es sencilla de hacer y muy sabrosa de comer, con poquitos ingredientes haces que el paladar disfrute de un delicioso manjar. Estos se buscaron, se encontraron y poniéndose de acuerdo se juntaron.
Los ingredientes son los siguientes:
-Pan de molde sin bordes-Es tierno y natural como en el anuncio de Eduard Punset, no tiene colesterol, es bueno para el sistema circulatorio y el corazón.
-3 huevos cocidos- Si se cuecen mucho pierden sus vitaminas, tienen muchas propiedades.
-Medio bote de pepinillos-Bajo en calorías. Recomendable para mantener la línea.
-3 latas de atún-Es un pescado graso, pero su grasa es rica en aceites grasos Omega 3. Bueno para el colesterol y triglicéridos.
-6 palitos de mar tiernos y sabrosos.
-Mayonesa con un poquito de Ketchup. Rica en sales minerales. Vitaminas A, D y K. Buena para el páncreas y estómago.
-1 zanahoria-Buena para la vista y para ponerse morenita.
ELABORACIÓN CON IMAGINACIÓN-Se pone en un molde cuadrado o rectangular, en la base pan de molde, que no quede ningún claro; los huevos cocidos (se reserva una yema), el atún, los pepinillos y los palitos de mar. Se hace una mezcla todo muy picadito y se vuelca todo encima del pan. Se pone otra tanda de pan, se unta con un poco de mayonesa. Se le raya la zanahoria y la yema de huevo que habíamos reservado.
Todos estos ingredientes tienen fósforo, proteínas, hierro, vitaminas, fibra, calcio, potasio…¡Como veis es bien completita!
Tiene buena presencia, colorido de primavera, es fácil de digerir, la metes en la nevera y listo para servir.
Es una delicia para comerla reposadamente, charlando con las amigas, alimentando nuestros estómagos y también nuestras almas; regalándonos sonrisas de gratitud y saboreando nuestra querida tarta…Y colorín colorado este cuento se ha terminado.


                                            "EL CUENTO DE LA RECETA"
                                                ASUNCIÓN HIDALGO

Somos un grupo de amigos que vamos a hacer una fiesta. Estamos pasando el invierno en un pueblo que está muy cerca de Guadix; se llama Cogollos. Yo nací allí. Allí pasé mi infancia. Nací en una familia numerosa. Éramos siete hermanos: cuatro varones y tres hembras. Todos nos sentíamos muy felices, fue una infancia muy feliz.
Nos hemos reunido aquí unos amigos y vamos a hacer lo que se dice en el pueblo una Buñuelada con chocolate. Lo primero que vamos a hacer es comprar lo que necesitamos: harina, levadura, aceite, leche, chocolate y azúcar.
El pueblo es pequeño pero tiene sus buenas tiendas donde compraremos lo que necesitamos. También tiene sus panaderías, entre ellas un horno que perteneció a mi padre. Ahora lo tiene un sobrino mío.
¡Ya lo tenemos todo! Vamos a hacer la masa para los buñuelos. Encenderemos una buena lumbre en el fuego de leña. Mientras unos hacen los buñuelos, otros hacen el chocolate…Y ya estamos en forma. Todos estamos muy animados; así que cuando estén hechos ¡Todos a comer buñuelos con chocolate! Creo que esta noche no la olvidaremos jamás. ¿Nos acompañan?


                                                                  " NATILLAS"
                                                                     PATRO 



Érase una mujer llamada Patro. Tenía una familia maravillosa: un marido, dos hijos y dos hijas. Llegó el Jueves Santo y como cada año decidió meterse en la cocina para elaborar aquellos platos que tanto gustaban a su familia. Ese día cuando se disponía a preparar el postre empezó a recordar los años que se pasó sin poder hacer ese postre tan especial que ella comía en la pastelería donde trabajaba cuando era soltera. Pero cuando se casó tuvo la suerte de conocer a una vecina que sabía la receta y se la dio y desde entonces cada Jueves Santo es costumbre comerlo:
Comenzó cogiendo un litro de leche y mientras encendía el fuego para ponerla a hervir con una corteza de limón, un trocito de canela en rama y 200 gramos de azúcar pensó: ¿Cómo me saldrá esta vez?
Seguidamente separó las claras de las yemas de una docena de huevos y mientras tanto ella seguía pensando en la alegría que le iba a dar a su familia cuando estuviera terminado. Después de ponerle una gran dosis de amor y cariño, como ella sabía hacerlo, siguió preparando ese exquisito postre. Batió las yemas, apartó la leche del fuego y quitó la corteza de limón y la canela…y mientras le vino el recuerdo de sus padres cuando estaban enfermo, porque ella se las hacía para que comieran algo de alimento ya que estaban malitos y no podían comer cosas sólidas, e igualmente las hacía cuando había cualquier otro enfermo en la familia.
Sacó un poco de leche en un cuenco para que se enfriara, este lo utilizó para mezclar dos cucharadas de almidón de trigo o en su falta dos cucharadas de maicena, la cual utilizó porque carecía de almidón. Conforme seguía la elaboración recordaba cómo repartirlas; un cuenco para que su hijo mayor se lo llevara a casa de sus suegros y para su familia.
Ese día sacaba las fuentes más bonitas que tenía y eran de una vajilla que le regalaron sus compañeras de trabajo cuando se casó y que aún conservaba. Echó la leche con la maicena en las yemas batidas y las mezcló para después colarlas en la leche del recipiente. De pronto su hija mayor entró en la cocina y le dijo:
-Mamá, un día me dejarás hacerlo para que no se pierda la receta?
Seguidamente puso el recipiente al fuego, moviendo sin parar hasta que cuajara, cuidando que no llegara a ebullición para que no se cortasen y saliesen exquisitas, y de pronto también entró el mayor de sus hijos y le dijo:
- Mamá, mis suegros dicen que están riquísimas y yo les he dicho que mi madre solo las hace para Semana Santa o cuando se va a morir alguien y han dejado de comerlas…jajajaja…
Una vez terminado repartió en las fuentes: la pequeña para el marido, al que no le gustaba el arroz con leche y la grande para todos los demás. Después de ponerle un poquito de canela por encima, su hija que estaba aún en la cocina se quedó rebañando la cazuela y exclamó:
- Mamá, qué ricas te salen las natillas!!!!
Patro, con una sonrisa le dijo:
-Cualquier otro día haremos más y así aprendes-y la hija le contestó:
-No, mamá, el próximo año haremos más cantidad, pero estas natillas no se pueden hacer otro día porque perderían la magia que tiene esperar a la Semana Santa para poder degustarlas.

"UNA MUJER QUE LEE".
INÉS TOMÁS




Marina se llama; lectora, escritora se podría decir. Comunicativa, soñadora y creativa. Transforma su vida a veces en una obra de teatro. No necesita guión, le gusta la risa y hacer reír y vive el momento. Ama de casa con una familia y nietos maravillosos.
Pero también necesita su espacio libre y estar sola. Le gusta la meditación. Su rincón de cocina no es su hobbie. Pero hoy está inspirada, quiere hacer un regalo a los suyos. Preparar una masa y un buen chocolate. Hace unas empanadillas a cuadritos, rellenos de algo que será de su agrado: chocolate para endulzar el día, para ti Jimena.
Empieza la mañana siguiente. El marido vuelve a casa después de varias horas de pesca y decide dormir una siesta. Marina no conoce bien el lago pero decide salir con su lancha. Se mete lago adentro. Ancla y lee un libro. Viene un guardia en su lancha; se acerca a la mujer y dice:
-Buenos días señora. ¿Qué está haciendo?
-Leyendo un libro-respondió ella (pensando ¿no es otro?
-Está en zona restringida para pescar- Le informó él.
-Disculpe oficial pero no estoy pescando, estoy leyendo.
-Sí pero tiene todo el equipo, por lo que podría empezar en cualquier momento. Tendré que llevarla y detenerla.
-Si hace eso lo tendré que acusar de “abuso sexual”- dice la mujer.
-Pero..ni siquiera la toqué-dice el guardia.
-Es cierto, pero tiene todo el equipo, por lo que veo podría empezar en cualquier momento
-Disculpe, que tenga un buen día señora.
Moraleja: Nunca discutas con una mujer que lee. Sabe pensar.

"CUENTO AL ARROZ DE MIS AMORES".
JESÚS VALVERDE DÍAZ.




Estas alcachofas sofriéndose, saltando de alegría porque saben que son una parte fundamental del sabor. Este aceite de oliva ya calentito para dorar a ese conejito que amablemente se ha prestado para este banquete, ese pimiento verde y rojo con los ajos y el tomatito sofriéndose con su amigo conejito; saltan de alegría en esa sartén, parece que bailan al son de tambores diciéndole a la asadurita que se ponga muy melosa porque la acompañan sus amigos: ajito, pimienta y vino blanco…Venga, vamos…Ya hemos hecho este mejunje. Sí pero esperemos que el agua esté bastante tiempo hirviendo para que coja todo el jugo de esa carne roja de nuestro amigo conejito; para que con las alcachofas y nuestro mejunje le den ese sabor que tan especial nos hace en el fuego de la barbacoa de la placeta de los abuelos…
Y colorín colorao el arroz me lo he zampao.




Después de probar algunas de las recetas de cocina, por cierto, todas ellas deliciosas, decidimos hacernos fotos para corroborar nuestro amor por la lectura. Aquí tenéis el resultado:

        
      ¿QUÉ ES PARA NOSOTROS LEER?



































 




Después de nuestra sesión fotográfica entablamos un debate sobre aspectos y cuestiones relativas a la novela que nos ocupa: Como agua para chocolate. Hablamos de los personajes y de los temas fundamentales: El amor eterno, la infidelidad, la intransigencia, la muerte...Después de todos los comentarios que surgieron les mandé para la próxima semana traer una CAJA LITERARIA en la que deben meter objetos relacionados con la novela y explicar al resto de sus compañeros el por qué de esta elección. Todo vale, siempre que esté razonado y mantenga relación con la historia que estamos leyendo. La próxima semana veremos esas cajas.Gracias a todos por vuestra simpatía y por vuestra buena disposición. Nos vemos el próximo lunes.