Ha empezado un nuevo curso y desde este comienzo extraño todos nos estamos esforzando por revestir de normalidad lo que no es tan normal. La literatura siempre ayuda a evadirnos de lo que no nos gusta, a escondernos de lo que nos da miedo, a liberar emociones profundas y sentimientos ocultos. La escritura es una gran aliada siempre, también en los momentos más difíciles. Por eso he creado un Taller de Escritura Creativa con mis alumnos de 1º de Bachillerato (Literatura Universal), porque es necesario abrir una vía para que quede expresado lo que ellos sienten y todo aquello que tienen que decir. Inauguramos por tanto una nueva revista literaria llamada MACONDO y aquí vamos a ir depositando la magia que encierra la escritura y también la lectura. Esta es la primera entrega.
El disparador es una pregunta, un interrogante:
¿PARA QUÉ ESCRIBIMOS?
Aquí os dejo el resultado. A mí me ha encantado. Gracias a todos por realizar este trabajo. Construimos juntos un refugio lleno de palabras.
ALBA BELLIDO
Escribir es una forma de mostrar tus sentimientos, escribir es desnudarse ante un papel y expresar todo lo que sientes. Escribir es viajar, volar, aprender, es conocerte a ti mismo y una buena forma para saber expresarte, compartir ideas, anécdotas, ampliar conocimientos…Entonces… ¿por qué escribimos?
Escribimos porque nos ayuda a crecer como personas y abrir nuestra mente, para distraernos, desahogarnos y tranquilizarnos cuando lo necesitemos.
Hay mucha gente que escribe como pasatiempo de vez en cuando, y como dicen algunos, cuando les llega la musa de la inspiración, pero hay mucha otra que lo hace como rutina y por necesidad, porque es algo que realmente les hace falta en sus vidas y porque se acostumbran y se aferran tanto a la escritura que pueden llegar a depender de ello.
Escribir es algo muy importante en la vida de todos.
Desde siempre la escritura se ha considerado algo que ha cambiado el mundo, porque gracias a ello tenemos mucha información de cosas del pasado, y en un futuro las seguiremos teniendo.
Hoy en día hay mucha gente que comparte sus obras para que los lectores puedan apreciarlas y disfrutar con ellas, porque puedes llegar a sentirte muy identificado con los libros y también te ayudan a abrir los ojos ante muchas situaciones de la vida, simplemente con anécdotas o pensamientos de otras personas.
Y sinceramente es algo increíble lo de que una persona pueda abrir sus ojos y su mente con solo leer un libro.
Por eso creo que todo el mundo deberíamos escribir y compartir nuestros sentimientos, porque no sabemos a quien le puede influir para bien en su vida. Escribir es arte y magia para muchos.
ALBERTO LUQUE
Un mundo sin escritores sería como un desierto en su totalidad, ya que sin ellos no habría diversidad cultural, inteligente ni social. Digo esto porque, a lo largo de la historia, ha sido mediante la escritura como se ha expandido el conocimiento de lo que nos rodea por todo el planeta: el razonamiento filosófico, las religiones que hoy en día existen en el mundo… No solo por esto es imprescindible en nuestros días la escritura, sino también porque ha sido siempre la vía del humano para expresar sus pensamientos dentro de una sociedad, la manera con la que darnos a conocer. Es por eso que cada vez más hay más gente dispuesta a exteriorizar lo que por su mente vuela como pájaros en el aire. Y bien, ¿para qué escribir? Lo que todos piensan desde el principio es que es una gran manera de mostrar sus pensamientos al exterior, o que es una forma inédita de desahogarse, afirmaciones más que ciertas. Pero además de estas dos razones, podrían asociarse muchas más a esta pregunta tan genérica que se plantea un abundante número de personas. Todo ser humano necesita escribir, pues así cada uno puede aprender multitud de cosas sobre sí mismo que desconocía anteriormente.
Escribir es viajar, es emocionar, es avanzar. Metáforas con las cuales creo que podría sintetizarse lo esencial de la intención de la escritura. Mediante la imaginación personal plasmada en un papel, el escritor es totalmente capaz de transportarse tanto a él como al lector a un lugar al que no puede ir, por un motivo cualquiera. De esta manera es como los autores de los libros dan a conocer sus inquietudes. Y es que esta es una forma de decir todo aquello que no se consigue hablando. Además de viajar, el arte de escribir sirve para hacer vivir a las personas, para hacerlas sentir y emocionarse. Hablando desde la experiencia, llorar con un libro, ya sea de alegría o de tristeza, es inevitable cuando este se hace con dicha intención. Los libros pueden y deben dibujar sonrisas de satisfacción en las caras de la gente. Se escribe para cambiar el estado anímico de una persona, para causar inquietudes en la mente ajena, pues el escritor es un emisor que no vemos y nos cuenta miles de circunstancias que pueden modificar nuestra vida. Desde mi punto de vista, el trabajo del escritor culmina satisfactoriamente cuando provoca en el lector un cambio. No solo viajar y emocionar es escribir, sino también caminar y progresar. Como al principio de esta reflexión comenté, desde los comienzos de la escritura se ha divulgado por todo el mundo la cultura de los diferentes sitios. Y es con eso a lo que me refiero con la expresión “progresar”. A parte de formarse, la capacidad de comprensión de una persona aumenta increíblemente cuando esta se convierte en escritora. Escribiendo y leyendo se amplían las cualidades humanas y se mejora, ya no solo a nivel académico y profesional, sino a nivel personal, en nuestro día a día.
Es por todo esto por lo que me atrevo a decir que escribir es un modelo de vida. Hace tiempo leí una cita muy famosa de D. Francisco Umbral, que dice así: “Escribir es la manera más profunda de leer la vida”. Meditación preciosa que está cargada de gran sentido, que viene a decir cómo inspeccionar y hallar cosas nuevas dentro de la mente. Escribir es un arte accesible para todos, y se puede usar para desahogarse, limpiar y ordenar la mente, relajarse, distraerse… Incalculables e innumerables son los motivos por los que una persona puede escribir. Hagamos que las palabras cumplan su función: ellas mueven corazones, almas, hacen que nos hagamos dueños de nuestro propio subconsciente y vivamos.
En conclusión, escribir debería de ser una actividad que todos desempeñásemos, para llegar a ser nosotros mismos, sin barreras ni temores que nos impidan demostrar cómo somos y qué es todo lo que sentimos. Escribir para cambiar vidas, esa es mi respuesta frente a esta gran pregunta.
ALEJANDRA TAPIA
Escribir para imaginar
Escribir para soñar
Escribir para evadirte del mundo
Y también de tu realidad
Escribir para expresar tus sentimientos
Tu libertad
Tu sufrimiento
Tu felicidad
Tu amor
Tu lucha
Tu indignación
Tu consuelo
Y tu razón
Escribir para viajar
Por una nube blanca
Que te lleva hasta donde tu quieras llegar
Ciudades llenas de colores
Tan fuertes como tú
Que te hacen ser tu mismo
Y desprender toda tu luz
Escribo para encontrar respuestas
Respuestas que no puedo hallar
Pero respondo a ellas
Escribiendo y nada más
Cojo boli y papel
Y el boli se pone a bailar
Tanto que a veces no puede frenar
Escribir por amor
Ese amor que imagino
Tanto que parece realidad
Una realidad que nunca será verdad
Escribo por las injusticias
Que a mi moral le parece que están mal
Esas injusticias
Que imagino desaparecer
Uniendo nuestras fuerzas y voces
Voces que se unen al compás
Afiladas como un cuchillo
Que puede llegar a matar
Librando una batalla
A la cual pondremos final
Para que todo el mundo
Encuentre su felicidad
Estas son las razones que me empujan a escribir
Razón por la cuál yo soy así .
HEYDI YARI CANALES
La escritura como casi todo en esta vida ha ido evolucionando en sus diferentes facetas desde tiempos inmemoriales. En sus inicios más primitivos se usaba simplemente para transmitir información y sucesos explícitos. No abarcaba más allá de los hechos, exponiendo situaciones como peligros o información concreta.
Al pasar el tiempo, se empezó a usar para transmitir pensamientos o ideas, para responder preguntas que ciertamente no tienen respuesta (o si la tienen no podremos saberlo, tales como la vida después de la muerte), y así es como nace la filosofía y sus distintas ramas.
Según este enfoque, el lenguaje escrito ha sido tomado no solo para hacer ciencia, sino también para comprender la vida y todo lo que esta conlleva.
Mi mayor razón para escribir es el entendimiento del ser. Y si bien como diría Camus en otra de sus citas “Vale la pena vivir, pero debes entender que no tiene significado la vida” es muy interesante el tratar de entender el por qué de las cosas.
Mi fascinación por escribir y leer nace en querer entender lo inentendible. La interpretación de mis ideas viene de la mano con mi percepción de los sucesos. La escritura literaria va más allá del razonamiento lógico. Es subjetivo, simplemente escribo cómo percibo la vida, por esta razón usualmente escribo textos relacionados con el pesimismo, aunque a veces hago excepciones e intento navegar en mi propia sensibilidad, desbarato las realidades que no me gustan y juego a crear las que me hacen feliz
Siempre escribo en soledad, así es como lo disfruto, es un acto revolucionario frente a tiempos de crisis. Y después de todo, aunque estemos encerrados y arrebatados de todos nuestros derechos, la imaginación es algo que jamás nadie nos podrá arrebatar.
PAULA GARCÍA
Para muchas personas, al igual que leer nos ayuda a olvidarnos del mundo exterior, escribir también lo hace, necesitamos huir de la realidad, la cual casi siempre es inaceptable para nosotros o no nos gusta lo que estamos viviendo, por ello, el mundo que conocemos se disipa y nos evadimos de la realidad, del día a día, y nos adentra en un mundo donde la libertad de expresión predomina, nos relaja, nos mejora el estado de ánimo, nos calma, nos salva, nos divierte, disfrutamos con ello... Puede ser que también lo hagamos porque no nos encontramos muy bien y queramos plasmarlo en unas palabras. Es por esto, que escribir nos ayuda a desahogarnos de una manera impensable. A veces necesitamos descargar todo lo que llevamos encima y sacar fuera lo que sentimos y es que escribir, pone orden a nuestras emociones y sentimientos. Nos ayuda a sacar incluso la parte más oscura de nuestro interior o el monstruo que llevamos dentro, sobre todo cuando estamos muy enfadados.
Escribir nos otorga el poder de conectar, de reflexionar, de plasmar nuestra realidad o de inventarnos una que nos gustaría vivir, con esto me refiero a que nosotros mismos podemos crear o proyectar un mundo a nuestra manera, esto nos da la oportunidad de viajar a un universo completamente distinto donde nuestra imaginación sea la protagonista. Lo hacemos para reírnos, para confesarnos, por amor, por miedo, por necesidad…; pero hay otros, que lo hacen por dinero y ambición, o porque tienen la necesidad de querer ser leídos. A lo mejor también escribimos porque tenemos algo que contar, alguna experiencia, un recuerdo, una añoranza o hasta historias cotidianas del día a día. Aunque suene muy egoísta, hay veces que escribimos solo para nosotros mismos, porque nos llena, nos emociona y no queremos compartirlo con nadie más, y es que escribir es como una especie de cura que ayuda a vaciarnos y a sentirnos mucho mejor.
Pienso que escribir nos da la oportunidad de conectar con nuestras emociones y de conocernos mejor a nosotros mismos. Para muchos, la escritura es una parte muy esencial en su vida y es que escribiendo podemos soñar e imaginar sin ningún tipo de límite o frontera. Como dice la famosa frase, para algunos, la escritura es “una manera de vivir”. Y no solo escribir, también leer, a la lectura se le da mucha importancia en citas como: “Los libros son amigos que nunca decepcionan” de Thomas Carlyle o “Un hogar sin libros es como un cuerpo sin alma” de Cicerón.
Igual que los libros al leerlos nos hacen reír, llorar, imaginar, soñar, pensar..., escribir también nos provoca esas emociones. Es un alivio psicológico, un remedio para nuestro dolor, parte de nuestra tristeza se va y se queda en las líneas.
Volviendo a la pregunta del principio, no estoy segura de si he comentado suficientes razones, es muy complicado, cada persona es un mundo diferente, quizás unos solo lo hacen porque les gusta, por desahogo, por dinero o por todo en general; es por eso que nunca habrá una respuesta segura para esa pregunta.
LIDIA PÉREZ
Desde pequeños nos dan la oportunidad de enseñarnos a escribir, de saber expresarnos y
de compartir nuestros sentimientos. Cuando era pequeña, no sabía muy bien para qué
servía la escritura, pero a medida que fui creciendo me involucré poco a poco más en ella.
Ahora que ya sé tomar mis propias decisiones y pienso mejor las cosas que me van hacer
feliz , voy a hablar sobre qué es la escritura para mí y por qué escribo.
Para mí la escritura es un don que no muchas personas son capaces de tener, ya que
muchas pueden escribir pero muy pocas hacerlo sintiendo. La escritura es una parte
fundamental de mi vida y por eso yo escribo para ;
- Desahogarme
- Expresarme
- Dejarme llevar
- Comunicarme
- Dejar de estar en la realidad
- Olvidar mis problemas
- Sentirme viva
- Argumentar mis actitudes
- Rectificar mis errores y aprender de ellos
- Practicar y escribir mejor cada día
El motivo por el que yo me siento tan identificada con la escritura es porque me expreso
mejor escribiendo que conversando. No sé si soy muy buena escribiendo pero lo que si sé
es que me ayuda a sacar todo lo que no soy capaz de transmitir con mi voz. Desde que
escribo soy mucho más feliz, porque cada vez que tengo un nudo en el pecho que no me
deja respirar, escribir me da toda la fortaleza que necesito para expresar con claridad mis
sentimientos.
Creo que todos podemos llegar tan lejos como queramos y la escritura es uno de los pasos
para llegar a tus metas.
Ojalá todos sintieran la escritura como las siento yo.
Me encantaría que se sintieran orgullosos de ver sus relatos llenos de sentimientos y
actitudes escritos en un papel. Y es que la escritura no es solo magia, sino vida.
ANTONIO GÓMEZ
¿Por qué escribo? Es una buena pregunta. Yo normalmente suelo sentarme a escribir y ni siquiera me replanteo
el porqué lo hago. Lo he normalizado hasta tal punto que no se me ocurre otra cosa que hacer cuando necesito
sacar “palabras” de mi cabeza.
Escribir para mí es como llorar. Cada palabra que escribo es una lágrima, solo que estas lágrimas son de tinta.
Lo hago cuando estoy triste, cuando estoy mal o cuando suena esa canción que me hace recordar.
Ahora mismo me encuentro sentado en la silla de mi habitación, con la mano puesta en la barbilla tratando de organizar mi cabeza. Es como una sopa de letras con la que intento sacar las palabras adecuadas para este texto.
Pienso que a veces sería genial poder recortar mi cabeza y pegarla en un papel para que todos pudieran entenderla, pero como no se puede supongo que lo más cercano a ello es la escritura. Aunque igualmente esta no sería para todo el mundo, ya que soy incapaz de mostrarle a todo el mundo lo que escribo, ya que de esta forma me conocerían tal y como soy… y puede llegar a ser una sensación la mar de aterradora.
Oh, casi ni me había percatado de que me acerco al final de la hoja, pero aún así da igual ya que pienso seguir escribiendo hasta donde mi mente me permita y mis dedos lleguen y es que por alguna razón a estas horas de la noche es cuando me agarra la inspiración. Teniendo la ventana de mi habitación abierta y dejando que el congelado aire me haga querer cerrarla, mas en el fondo sé que no puedo. No puedo cerrar la ventana porque me siento perdido. Creo incluso que no estoy en mi propia habitación, ni en mi propia casa. Siento que no estoy en el lugar en el que debería estar, y no sé qué hacer.
— Esto llega a ser demasiado confuso a veces.
Me suelo decir a mí mismo. Quiero encender la luz, pero no puedo; soy incapaz. Así que por ello dejo que la tenue luz de la pantalla del móvil me alumbre…
Y ya. Esto se está volviendo un poco raro. Parezco uno de esos niños góticos que solo piensa en la muerte pero si soy sincero (debo serlo), solo estoy poniendo justamente lo que por mi cabeza ronda, y esto, esto es exactamente la razón por la que me gusta escribir. Sin lugar a dudas la razón por la que lo hago es porque soy capaz de decir cosas que muchas veces sería incapaz de decir… a no ser que las hubiera escrito antes.
MARÍA RODRÍGUEZ
Como mis ojos admiran los verdes prados,
Como mis labios gustan de la dulce miel,
Así mi alma se afana en buscaros,
vertiendose en vos sin reparos
Oh, grandioso e indulgente papel.
Siendo mi mente un indomable corcel,
Solo contigo,
consigo cabalgar sobre él.
Cuando confusa me hallo,
Cuando no tengo fe,
Escribo y me encuentro,
Siento y me expreso,
Sabiendo de ese modo,
Que todo va a ir bien.
Las aves cantan,
Resuena su trino por doquier,
El río fluye,
Este otoño no ha cesado de llover.
Este es mi idílico paisaje,
Mi hermoso momento de libertinaje,
Que aún imaginado,
No en vano,
Recreo un día sí y otro también
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