domingo, 5 de mayo de 2013

LA VIDA ES UNA AVENTURA QUE DEBEMOS DISFRUTAR- RELATO PARTICIPANTE EN EL III CERTAMEN DE NARRATIVA IES PADRE POVEDA- 2ºCICLO.AUTORA:PAULA HERRERA CASAS




            La vida es una aventura que debemos de disfrutar, muchas veces no sale como uno quiere.
            Cuando somos jóvenes pensamos que los obstáculos que se nos presentan son fáciles de superar, pero desafortunadamente no es así, muchas veces  los problemas no entienden de edad, si eres hombre o mujer, algunas veces no es posible disfrutar de lo que la edad requiere.
            Cuando eres pequeño, deseas regalos, amigos y juguetes para poder disfrutarlos, ir al parque cada tarde, comprar gominolas, etc.
Pero no siempre podrás tener esa alegría y felicidad cuando tu madre te decía de ir al parque para jugar con tus amigos, porque el tiempo pasa y  los años también.
Cuando esos años pasan nos gustan cosas nuevas, como salir, estar con los amigos, conocer nuevas amistades, aprender y sobre todo experimentar cosas nuevas.
            Cuando tu juventud acaba, llega la mejor época, ser abuelitos, para poder recordar viejos tiempos y con ellos poder reírte y llorar de la alegría, contarle a  tus nietos esas historias que tanto te gustaban , sentirte orgulloso de ti mismo  por haber llegado a esa edad y tener a tu familia a tu lado .
            Cuando tienes 16 años, lo último que piensas es que tu vida se acabe tan pronto.
            Un chico de 16 años, él tenía todo una vida por delante, sus estudios, sus amigos, su novia y su mayor pasión; el fútbol. Era un niño alegre, divertido, le gustaba reírse y hacer reír a los demás, era  muy querido por sus amigos y sobre todo por su familia. Él, era tal vez la persona que con poco que tuviese se sentía feliz. No se perdía ningún partido, la verdad es que era un buen jugador, todos los querían en su equipo.
             Era fuerte, pero a la vez y aunque suene contradictorio era débil. Sufrió varias caídas, unas por faltas en los partidos, otras mientras entrenaba, pero él no iba al médico, no quería que su tiempo de juego cesara.
            Un día su rodilla parecía cansada y el dolor le hizo que acudiera al médico, le mandaron reposo ya que fueron varias las caídas y golpes que había soportado esa rodilla.  Al salir del médico, su mundo le golpeó, él no estaba dispuesto a perderse la liga  en la que tanto había trabajado, soñado y entrenado.
Así que decidió guardar en secreto ese reposo y jugar todos los partidos y en ellos marcó bastantes goles.
            En el último partido sufrió otra caída en la rodilla dañada, los médicos tuvieron que ir a por él ya que no podía levantarse del campo de juego.
            Fue ingresado en el hospital y su rodilla tenia muy mal aspecto, él estaba loco por salir de allí y volver a pisar el campo de fútbol.
            El tiempo se hacía eterno en aquel hospital, las horas eran largas y no llegaba el momento de poder salir de aquella habitación, estaba cansado de pruebas, análisis, radiografías y ningún médico le decía nada, tal vez por ser menor de edad.
            Los días pasaban y pasaban, él quería salir de allí, el cansancio se notaba en su  cara y estaba preocupado, cada día preguntaba que cuando le darían el alta, pero una vez más no obtenía respuesta.
            Un día vio a su madre llorar y pensó que algo pasaba, así que como nadie le decía nada decidió buscar su informe médico, y en una hoja de esa carpeta , al lado del bolso de su madre , se encontraba su informe médico , pero no entendía muy bien esas palabras : ‘Osteosarcoma de tipo condoblástico de alto grado de malignidad’’
            El tiempo en aquel hospital le hizo saber su significado, tenía un cáncer en la rodilla y la solución era amputar la pierna para impedir que la enfermedad se extendiera por su cuerpo. Todos quedaron atónitos cuando él decidió que por favor no amputaran su pierna, porque era el motor de su sueño, jugar al fútbol, fue una decisión difícil de aceptar, pero él insistía en que sin sus dos piernas no sería feliz.
            Tuvo un tiempo de mejora y le dieron unos días para estar fuera del  hospital, su pierna no había desaparecido pero su pelo sí, no le importaba, se ponía una gorra y salía a la calle con sus amigos, disfrutaba de sus  últimos días, lo que mas le gustaba era ir donde entrenaba su equipo, pero  ahora no iba, todos lo miraban con pena y él decidió que volvería al campo para jugar un partido.
            El médico lo llamo por teléfono, pidiéndole que por favor acudiera urgentemente. Cuando llego a la consulta, el médico que seguía su caso le informó de que le diera una respuesta con respecto a su amputación, pero él seguía negándose y diciendo que sin su pierna no sería feliz, el médico lo intentaba convencer diciéndole que no era consciente del daño que se podía provocar en su cuerpo, pero él ya tomó esa decisión y nada ni nadie lo haría cambiar de opinión. Eran muchas las preguntas que todos sus familiares se hacían al respecto.
            Cada día, estaba peor, no tenia ganas de levantarse, ni siquiera de ir a ver el partido de fútbol con sus amigos, e incluso perdía el apetito.
            Una noche empezó a llorar, su madre asustada fue a su habitación para ver que le ocurría, y él le contó que su novia lo había dejado a las pocas semanas de que le detectaran la enfermedad. A la mañana siguiente se levantó con otro ánimo, decidió llamar a sus amigos para poder disfrutar el tiempo que los  médicos le daban de vida, sus amigos lo acompañaron hasta el campo de fútbol, él  quería levantarse de esa silla y poder correr y jugar como lo hacían sus compañeros, pero por culpa de aquella rodilla no podía realizar su sueño, perdió todo el ánimo, no tenía ganas de estar allí y decidieron llevarlo a su casa.
            A la semana siguiente acudió al hospital para recibir su tratamiento, el día que le tocaba lo pasaba muy mal, sentía que su juventud y sus ganas de vivir se estaban quedando entre las cuatro paredes blancas de aquel hospital , el cual visitaba cada mes mas tiempo. Él intentaba mostrar que estaba bien, porque a veces sentía mas dolor al ver a sus padres y familiares como lo dejaron todo para estar a su lado, el cansancio de su madre que luchaba a su lado para superar este gran obstáculo y como se sentía derrotada por no poder cambiarse por su hijo, ella hubiera hecho lo imposible por estar en el lugar de su pequeño.
            El tratamiento era duro y lo peor que él no mejoraba, era superior la enfermedad, así que los médicos tras repetir pruebas decidieron poner un tratamiento mas fuerte y esperanzador, aunque mas duro para él, tendría que visitar a diario el hospital, pero sus ganas de vivir y superar esta enfermedad podía con todo. Así que cada día recibiría el tratamiento.
            Pasaron unos meses y el tratamiento hizo efecto, por fin no tendría que visitar en unos días en hospital, podría ir a casa y estar tranquilo durante un tiempo hasta repetir las pruebas.
            Durante este tiempo no echo de menos esas cuatro paredes, decía que eran unas vacaciones en las que tenia que disfrutar de lo que mas quería que era su familia y por su puesto ir a ver el fútbol, su equipo lo recibió con gran alegría y cariño, entro al campo como soñaba, andando y sonriente, aunque con ayuda de unas muletas, pero estas no les impidieron dar unos toques al balón. No podía hacer muchos esfuerzos por que se cansaba rápido. Su vida parecía haber dado un giro, sentía mas esperanza que nunca y sus ganas de luchar no cesaban.
            Todo lo bueno se acaba, y estas vacaciones terminaron con la llamada de el doctor que seguía su caso, en compañía de su familia escuchaban las palabras que el doctor decía, cada una de las palabras que pronunciaba se clavaban en su mente, aunque algunas no quisiera escucharlas.
            No había solución, la enfermedad ocupo no solo su rodilla, sino que se estaba extendiendo por toda su pierna, el se aferro a la vida con todas sus fuerzas  y acepto su amputación, las lagrimas se adueñaron de él, pero pensó que esa decisión haría feliz a su familia y él aprendería a vivir sin su pierna.
            Antes de la operación no paso mucho tiempo porque era algo que había que preparar pronto y todo fue programado para hacer la intervención lo más pronto posible.
            El jueves era el último día que vería su pierna con la que tantos goles marco y a la que quería a su lado, pero llegaba el momento de despedirse de ella. El lunes eran las últimas pruebas, no lo podía creer que sería la última vez que tendría que pasar por esas maquinas.
            El martes una llamada apago todas las esperanzas, el doctor quería verlo, así que otra vez a visitar esas cuatro paredes blancas, la noticia que le dio fue horrible, su enfermedad se había extendido por todo su cuerpo, así que no merecía la pena llevar a cabo la operación programada.
            Los resultados de aquellas pruebas fueron terribles, tenía metástasis y no había nada que hacer.
            Su vida se terminaba con su pierna como él quería, todo acabo aquella tarde en la que su corazón dio su último latido.
            La vida no fue fácil para él , solo espero que esté donde esté haya conseguido sonreír, aquí todos te recuerdan con cariño, diste todo lo que tenias, hiciste de nuestras vidas algo bonito y singular .

PAULA HERRERA CASAS-3ºA











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