domingo, 31 de enero de 2021

CUESTIONARIO-NUEVA PROPUESTA DE ESCRITURA

 

ALBA BELLIDO

Quiero llegar muy lejos, quiero llegar a poder ser yo y a ser feliz, quiero llegar a conseguir todo lo que quiero, y sé que lo voy a hacer porque no te necesito, porque me tengo a mí y no necesito a nadie.

Lo único que quiero en mi vida es gente que me aporte tranquilidad, y tú claramente no lo haces.

Ya no te recuerdo, a veces quiero hacerlo pero ni si quiera puedo, no puedo porque recordarte me hace daño. Aunque, sin embargo, desde que no vienes a mi cabeza tengo ansia por conocer todo lo que llegara después, quiero saber qué me deparará el futuro pero quiero saberlo ya. Sé perfectamente que no se puede vivir con este tipo de prisas porque cada cosa llega en su debido momento, pero cada vez que pienso todo esto me irrito por todo lo que vendrá, pero sobre todo por lo que quiero que llegue a mi vida y no lo haga. Esto sin duda me da miedo porque por mucho que diga que no necesito a nada ni a nadie para ser feliz no sé si es lo que realmente pienso.

Al final todo esto es un bucle continuo de pensamientos y preocupaciones que no dejan de dar vueltas en mi cabeza, y que por mucho que lo intente no sé cómo remediarlo.

 

PAULA GARCÍA

¿Ahora finges querer saber por qué no quiero verte o hablar contigo? Pero es que me irritas; dicen que el odio es como un veneno para nuestra alma, pero a día de hoy sigo irritándome intentando saber cómo podías ser así. Es una cuestión de decepción saber que tu siempre te sientes mejor provocando el dolor a los demás. Sé que no soy la única a la que le has causado ese tipo de dolor, rabia, odio o resentimiento. La actitud tan hipócrita que tienes te ha dejado como una mala persona y te has hecho ver como las monedas, las cuales tienen dos caras. Te pasas la vida juzgando, burlando y despreciando a los demás solo por tener mejores valores que tú y a día de hoy creo que haces todo eso porque tu vida está llena de frustración, amargura y desilusión. 

A veces me pregunto por qué no puedo recordar al completo todo lo que en concreto me hiciste a mí, pero sé que han sido más que motivos para que ahora no quiera saber nada de ti. Si que recuerdo a la perfección como eras y me alegro de que hayas pasado por mi vida para enseñarme a no ser como tú. 

Hay un sentimiento en mi interior que no tiene ninguna relación con los que he dicho hasta ahora, pero que me preocupa; es el miedo. Aún no sé por qué tengo miedo, quizás es porque me preocupa que seas peor que antes y estés incitando ese rencor de otras personas hacia tí. He tenido yo, y mucha gente más, motivos para despreciarte, sobre todo porque no querías que nadie fuera mejor o fuese más feliz que tú. Quizás también tengo miedo de que siempre vayas a ser así, y creo que tú también lo tienes, porque estás viendo que te estás quedando solo y para evitarlo manipulas a gente para que se queden a tu lado, y no se lo merecen.

La razón por la que vengo con prisa escribiéndote esto es porque quiero librarme de ese veneno que llevo dentro por tu culpa, para olvidarme por completo de ti y de todo lo que has hecho. Vengo con prisa para desahogarme e intentar que este rencor y resentimiento se queden plasmados en estas líneas y no en mí. No sé por qué a lo largo de estos años no he hecho algo para remediar lo que me preocupa. Pienso que es porque has insistido, has llamado y has venido a llenar las cabezas y sobre todo la mía de tus actitudes tóxicas y no dejabas que hiciese algo para que dejara de preocuparme; sin embargo, creo que ya lo estoy haciendo, me estoy liberando y desahogando para matar de una vez esta constante preocupación que ronda por mi cabeza, y no sé porque no lo he hecho antes.

Sé hasta dónde quiero llegar con esto y quiero que mi rencor, mi posible y mi resentimiento se esfumen y se queden aquí, porque yo no soy una mala persona. Sé que algún día te darás cuenta de todo el daño que has causado y posiblemente, estés causando y te arrepentirás de como has sido con la gente de tu alrededor, porque las malas personas como tú, se destruyen solas.

 

ALBERTO LUQUE

Tú. Tú eres lo que me pasa. Tu presencia me hace entrar en cólera. ¿Me permitirías contarte el porqué? Supongo que sí, pues realmente no me importa lo que pienses.

            Me preguntaron por qué me irrito. Al instante, como un rayo tormentoso, apareciste en mi mente, y no aguanté el pensar alguna que otra apreciación. No soy alguien rencoroso, pero verte me produce hasta urticaria, y mi rabia es esa picazón incesable. Tu falsedad me irrita, tu fachada exterior, construida como un intento de mostrar lo que no es verdad, me enerva.

            La cuestión es que, por más que quiero, imposible me resulta nuestra amistad recordar. Créeme, fuiste un importante pedazo de mí, y era entrañable, me llenaba, verte cada mañana y decirte un sincero “buenos días”. Ya se me hace complicado. Pretendo recordar las risas y los chistes, y los intercambios de chuches y las alegres celebraciones y vacaciones juntos… ¿Dónde quedó? Eso me pregunto, pues en el olvido no, pero sí en el aire. Quizás no consiga recordarlo con un blanco deslumbrante, sino con un gris ennegrecido por lo que me ha tocado vivir.

            Tuve miedo. Miedo de perderte. De perderte como amigo. Y es que, compañero de viaje, el tiempo pone a cada uno en su lugar. Me puso en tal posición que parecía como si estuviese en un gran mirador, lugar desde donde pude apreciar la toxicidad de la atmósfera que reinaba en la armonía ficticia que nos unía.

            Estoy cansado de tener una llama en mi interior que se aviva y me corroe cada vez que te veo, por lo que siento prisa y necesidad de exteriorizar de una vez por todas lo que siento. No soy como tú, no soy mala persona, no juego con la gente. Por eso me siento bien y tranquilo conmigo mismo. He podido comprobar que esa apariencia de la que hablo está hecha de arena que, con un simple soplo, se desmoronaría y quedaría la realidad al descubierto. Pensar así es una manera de remediar mis sentimientos.

            Y bien, con esto no quiero enfadarte, aunque me daría igual. Quisiera hacerte recapacitar, no para que me pidas perdón, pues las disculpas estarían ya aceptadas por mi parte. En eso me diferencio de ti, soy buena persona y sé perdonar. No quiero llegar a nada serio. Simplemente pretendo desahogarme, mostrar la verdad tal y como es. Es más, para que conste que soy pacífico y no rencoroso, quiero desearte lo mejor en tu vida, mientras no sea a mi lado.

LIDIA PÉREZ

Cada día despierto con mil de dudas en mi cabeza.

Estoy sola, atrapada en mi burbuja de pensamientos. Estoy rodeada de confusión, angustia, temor.

Me hundo en preguntas que no tienen respuesta y la ira se despierta.

Mis recuerdos coloridos no vienen a mi mente porque estoy obsesionada con los miedos del presente.

Mi miedo surge del que seré y en que me convertiré.

Debo de encontrarme e inspirarme para salir de este abismo.

Vivo con prisa para que no se acabe la vida, para encontrar una salida. Pero sé, que cada día falta menos y mi vida se pasa y no la estoy aprovechando.

Todo se me nubla .

No sé cómo remediar este caos, el dolor se multiplica al ver el tiempo pasar. Como me gustaría detenerlo,

pero es imposible.

No tengo fuerzas, pero voy a seguir.

Estoy perdida, pero me voy a encontrar.

Cambiar mi forma de vida,  experimentar cosas nuevas y revivir momentos es lo que deseo .

Sé que lo conseguiré, aunque mi camino esté ciego ahora mismo, aunque se me nuble la vista con las lágrimas de mis ojos .

Llegaré muy alto y todo el dolor habrá valido la pena .

 

MARÍA RODRÍGUEZ

Me enfado y mastico cristales, bebiendo mi propia sangre con avidez mientras me tiemblan las piernas y los ojos supuran pus. En el pecho se cruzan mil arañazos de tus zarpas de amor. Me irrito por no tenerte, por no tocarte, por no sentirte contra mí y no puedo más que callar y sufrir nadando en penas sin fin. 

 

Creo que no me acuerdo del pasado porque mi mente ha bloqueado el sufrimiento que me provocaste cuando tus dedos se deslizaron por última vez por mi cara y saliste del piso con ojos inexpresivos. No recuerdo nada porque en todo estás tú, en las cortinas, en el cuadro de la entrada y en el cuenco del gato. 

 

Tengo miedo de no recobrarme, de ser un nudo de sentidos, una espiral de pensamientos que se mezclan sin orden ni concierto. Tengo miedo de seguir sintiendo tu aliento en mi oreja en mis sueños, de no poder verte nunca más y a la vez de volver a verte. ¡Qué desgracia, mi amor! 

¡Cuánto dolor causa un malentendido! Nos dejó sin fuerzas, me sacó de ti. 

 

Vivo con prisa para intentar no resquebrajarme dejando salir el agua y el viento de mis adentros. Si vivo rápido, lo hago sin pensar, cubierto de ocupaciones y solo la noche es tortura eterna que se arregla con una pastilla o, mejor una botella. 

 

Por favor corazón, vuelve, escúchame atenta no me hagas ir a buscarte que no tengo el valor suficiente para plantarme delante de ti y pedir clemencia. No hago más que compadecerme de mí mismo cuando veo tus historias de Instagram, queriendo escribirte, no haciéndolo porque no sé qué decirte para reavivar el fuego. 

 

Sé que estás cansada de tener que cuidarme siempre, de que sea un niño inestable y te trate como a una mierda pero créeme cuando te digo que llegaría hasta el final por tí, sacaría mi esencia venenosa y me llenaría de resina como los muertos para resucitar y mejorar. 

Me plantaría ante tu puerta, te miraría y dejaría que el mundo se pare perdido en tus ojos, pasaría la vista por tu suave pelo olor a vainilla y si tú me lo pidieras te diría adiós para siempre aunque signifique la muerte de este ser al que llamo yo.

 

ALEJANDRA TAPIA

¿POR QUÉ ME IRRITO?

Me irrito por las injusticias

Esas que nunca podré cambiar

Me irrita la gente que no cree en la igualdad

Las personas que se ven superiores

Esas personas que no tienen respeto

Y tampoco saben empatizar

Me irrita la mínima cosa

Que se salga de mi normalidad.

 

¿POR QUÉ NO PUEDO RECORDAR ?

Creo que he olvidado mis recuerdos

Deseo que alguien me ayude a recordar

No sé cómo  me llamo 

Ni tampoco quien soy

Sé que puedo hablar

Aunque las palabras salgan con dificultad

No tengo compañía

Estoy solo con mi soledad

Por eso pienso

Que mi vida no tiene sentido

Que ha llegado al final

Que ya no tengo a nadie

Que me ayude a recordar

 

¿POR QUÉ TENGO MIEDO?

Tengo miedo de perderte

Miedo del qué pensaran

Miedo de experiencias pasadas

Y miedo de mi misma

Porque no sé cómo enfrentarme él

Produce nervios

Que se apoderan de mi ser

Todas las decisiones las tomo con miedo

Ya no soy yo misma

Soy su marioneta de cristal.

 

¿POR QUÉ VIVO CON PRISA?

Vivo con prisa

Porque es el ritmo del mundo

Agobio constante

Que conduce a la fatiga

Adrenalina máxima

Que no te hace sentir bien

Deseo algún día

Parar la velocidad del mundo

Disfrutar un poco más del día a día

Poder percibir los pequeños detalles

Deseo matar al tiempo

Y que por fin vivamos sin control.

 

¿POR QUÉ NO HAGO ALGO PARA REMEDIAR LO QUE ME PREOCUPA?

Mis problemas son mi preocupación, pero no puedo remediarlos porque no los muestro, no quiero mostrarme vulnerable ni que nadie observe mi vulnerabilidad. Prefiero que me vean fuerte y positiva antes de que me vean llorando y deprimida. No controlo mi dolor ni mi malestar, los dejo dentro para que nadie vea lo que me pasa en realidad. Es como un monstruo gigante,  que me sigue,  nunca me suelta, siempre me controla, y ya no soy dueña de mis pensamientos ni tampoco de mis sentimientos, en definitiva, no soy yo misma.

Y sé que debería hacer algo para remediar mis preocupaciones, pero no sé cómo, solo sé que sola jamás los podré solucionar.

 

¿HASTA DÓNDE QUIERO LLEGAR?

No sé hasta dónde quiero llegar

Pero quiero que sea contigo

No sé si llegaremos al final

Pero prefiero que elija el destino

No sé si algún día me verás

Y ya no seré yo

Me gustaría ser optimista

Y disfrutar del camino juntos

Que corramos de la lluvia

Que coronemos la luna

Que podamos dominar el mundo

Que vivamos el día

Sin que nadie nos diga cómo

De eso se trata

Vivir la vida con intensidad

Porque nadie sabe

Hasta donde podrá llegar.

 

 

 

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