lunes, 1 de abril de 2013

PURA FERNÁNDEZ, CLARA CABRERA, NURIA DE ESPINOSA, NICTIBIO COMUN Y LA LUNA



LUNA VIEJA

Quien a ti el rostro alza, debiera
horadar en tu misterio.
Celestina de amantes sin estrella
que se gastan las bocas como peces
en el mar que imantas con tu fuerza.

Dime si eres la réplica ó la misma
que vio a Ulises volver enajenado,
la misma que velada dejó prender
a un Hombre desvalido,
aquella noche aciaga.

Sospecho que eres la que engulles
a todos los náufragos del mundo.

Si fueras luna , la misma
de antes y de ahora,
vieja artera , qué vértigo mirarte.
¿Cómo llegas esta noche ,
desnuda ó con la túnica de gala
de los alumbramientos?.

Pura Fernández Segura 6-3-2013



EN AQUEL RÍO...

En aquel río
donde las piedras son el vicio
juego descalza y sonrío

Sobre aquellos árboles
he dejado colgada mi mirada
mientras mis pies susurran bajo el agua

Canto un himno acompasado
adornando el silencio
florecido en el centro de mis sentidos

Nada más que un murmullo
llevo siempre conmigo
acompañando a mis latidos

Quiero encontrar mi camino
y que sus ojos sean mi destino
tras soñar en el amor y sus delirios

En aquel río
bajo la luna y su brillo
siempre estará ofreciéndome su abrigo

Clara Cabrera
http://rincondeversosclara.blogspot.com.es/2013/03/en-aquel-rio.html

 LA LUNA Y EL COMETA
Entre rezos y diademas
hoy escribo este poema,
como un relicario
que sereno,
reposa
entre mis manos.

Al compás de una canción,
es la luna
y su gran pasión.

En las noches
se refleja en su espejo
el mar,
y su luz
como un destello en el camino
llega hasta ti
para iluminar tú destino.

No hay pensamientos
tan sólo olvido
dos almas y la noche
la luna
no tiene reproches.

Un relámpago en el tiempo
y un punto de luces
entre el cielo
y el universo.

Una estrella fugaz
y un cometa
que en sus noches
con la luna sueña.

Nuria de Espinosa




Concepción 20

Si lograra asesinar el clamor interno de las manos,
de los pies,
de la boca que calla,
intentaría dislocar una melodía
en medio de su cauce de agujas plateadas;
compartiría contigo un latido a contra-roca,
el vuelo tácito sobre tu superficie de sol blanco y, a dúo,
una ina-exhalación frenética que nos permita hablar un idioma universal.

Pero que hago llamándote, cadáver de perla dulce,
si podría sumergirme en esta sangre que nos circula,
así hirviente y unilateral,
que es la misma para llamar a la puerta ósea de tu espalda;
si podría cerrar mis ojos plagados de sopor,
esquivar estrellas mientras miro tu silueta crecer hasta mi pánico
y dejarte sanar mis manos ateridas de mundo,
descontroladas y tristes fauces que buscan y no hallan.

Aspiro tu escarcha vítrea y somnífera... si...
Afortunadamente, los humanos morimos noche a noche para vivir los sueños.

NICTIBIO COMUN


Os agradezco tremendamente vuestra participación en este blog de instituto donde la última intención es hacer llegar la poesía a los más jóvenes. Un abrazo. Siempre seréis bienvenidos.

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