viernes, 1 de marzo de 2019

ME GUSTA/NO ME GUSTA


Este tipo de disparador funciona siempre. Solemos tener claras las cosas que queremos y las que no, lo que nos gusta y lo que no. Elena escribe lo siguiente:




Me gusta
¿Qué realmente me gusta? Podría decir cosas materiales, como los libros, la música, las películas…
Pero me enfocaré en lo que me gustaba.
Me gustaba que cada mañana al despertar, viera un mensaje tuyo, aunque suene cursi.
Me gustaba la manera en la que te preocupabas por mí, aunque actuara como una niña pequeña.
Me gustaban tus pequeños celos, aunque sean tóxicos.
Me gustaba la manera en la que me mirabas, aunque suene acosador.
Me encantaban tus besos, aunque fueran pocos.
Me encantaban tus ojos, aunque no fueran claros.
La manera que tenías de reñirme, cuando algo te molestaba.
La manera en la que me mimabas, como si fuera tu pequeño gatito.
Tus postres, ese toque dulce.
Me gustaba peinarte esa melena, me gustaba que cogieras mi ropa, que en esa noche me abrazaras, que me calmaras al llorar.
Realmente me gustabas tú. ¿Y tú? ¿Te gustaba algo de mí? Fuiste la única en conocerme por dentro y por fuera.
Dijiste que sí, que sí te gustaba, y que lo seguías haciendo.
Me gustó volver a hablar contigo, me gustó toda nuestra sinceridad, me gustó en volver a tener una bonita amistad.
A día de hoy me sigue gustando ese toque mágico de cada persona, cada una es diferente, y e gusta conocer, aprender, saber cosas nuevas.
Y lo peor de todo, es que me gustaría saber de ti.

Elena Requena Pérez.
1º Bachillerato B.




No me gusta
No me gustan muchas cosas, como el dolor.
Odio el dolor, sobre todo el que tú me provocaste.
No me gustó la manera en que nos gritamos.
No me gustó el ignorar el problema en vez de hablarlo, y todo empezó cuando me ignoraste.
Odié que fuera el último abrazo, la última palabra.
No me gustó saber que te olvidaste de mí.
No me gustó que me dijeras que ya tenías a alguien.
Odiaba todas esas indirectas, odiaba el pensar en ti, odiaba el extrañarte.
Odié que todo se rompiera, la odié a ella.
Odié leer la palabra adiós, y que dijeras que se acabó.
Y lo volví a odiar cuando rompiste la amistad.
Odié tantas cosas que hice, tantas cosas que tú hiciste.
No me gusta mi manera de pensar en esto.
No me gusta el no poder pasar página.
No me gusta el no encontrar a nadie para olvidarte.
No me gusta decir que me gustas.

Elena Requena Pérez.
1º Bachillerato B.

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