Desde el proyecto Vivir y sentir la Alhambra, rescatamos leyendas, inventamos microrrelatos, contamos historias y relatamos el encanto y el embrujo de la Alhambra. Alumnos de 1º de Bachillerato- Literatura Universal.
MARIA VICTORIA FERNÁNDEZ REGALADO
Esta historia narra la leyenda de las almas en pena que vagan
por la Alhambra. Todo esto viene de cuando antiguamente los mataban por
intereses de tierras, económicos, por motivos de matrimonio, etc…y se dice que
todos ellos permanecieron ahí y que poca gente puede contemplar esto. No dejan
ver apenas pero hubo un caso especial de una adolescente. Ella iba con su
instituto, una mañana normal, como todas. Estaban visitando la Alhambra y de
repente sus compañeros se dieron cuenta de que faltaba una de sus amigas. Dos
de sus más cercanas se dieron la vuelta para ir a buscarla por si se había
distraído o perdido. Efectivamente se la encontraron más atrás, pero vieron algo
fuera de lo normal. Ella estaba en el suelo sentada, mirando a la pared. Tenía
cara de sorprendida y a veces decía palabras que no se comprendían. Volvió a la
normalidad y le preguntaron que si estaba hablando con alguien, pero jamás les
repondió a esa pregunta. Ellos pensaron en esa leyenda que les contaron pocos
días antes de ir a la Alhambra.
NATALIA CORTÉS HEREDIA
En la Torre de la Vela se encontraba una dama cautiva
esperando que su hermoso y honorable caballero llegara. Estuvo esperando por
más de un año y ella se sentía cada vez más angustiada y el sultán no la quería
dejar ir. La muchacha esperaba y esperaba pero él no llegaba. El caballero por
otra parte, intentaba llegar a la torre pero cada vez que se acercaba un poco
más, diversos problemas se encontraba. El último obstáculo que encontró fue el
Generalife que se hallaba entre un laberinto con diversos pasajes. Se
encontraba perdido y sin saber qué hacer. La muchacha cansada de esperar en
aquella torre decidió que la mejor opción para esa situación era la muerte y
sin más dilación se posó en aquella ventana por la que tanto ansió ver a su
caballero y sin más se lanzó.
FRANCISCO J. SIERRA CARVAJAL
Esta pequeña historia comienza en la época de Boabdil. Era un
rey un poco promiscuo, por tanto en todo el reino de Granada tenía muchísimos
hijos bastardos. Un día, una de las mujeres a las que Boabdil había dejado
encinta, se le acabaron los recursos para mantener a su hijo, por lo que
decidió pedirle ayuda a Boabdil. Este le negó la ayuda ya que si se la concedía
podría perder su reputación. Después de oír esa respuesta la mujer empezó a
pensar en cómo podía matar a Boabdil pero sin dejar pistas para así quedar
libre y que su hijo no quedara huérfano. Tras varios días encontró la forma,
fue a visitar a una curandera para que le hiciese un veneno que al ingerirlo,
la muerte fuese inminente. Cuando consiguió ese veneno le propuso a Boabdil
pasar una noche en su alcoba en muestra de disculpas por la petición anterior.
Boabdil sin dudar aceptó la propuesta. Esta madre antes de ir a la alcoba,
roció por todo su cuerpo el veneno, así Boabdil en el primer beso que le dio en
cualquier parte de su cuerpo cayó muerto. Así fue como a los pocos minutos de
compartir alcoba, Boabdil exhaló su último aliento.
CARMEN MARÍA ARÁNEGA SORIA.
Había una vez una princesa que vivía en la Alhambra. A ella
le encantaba pasear por los jardines todas las mañanas mientras le daban los
rayos de sol en su rostro. El príncipe vivía en el Generalife y siempre salía a
pasear por el Patio de los Leones. Un día se encontró con la princesa. Estaban
peleados porque el príncipe se quería quedar con toda la Alhambra y la princesa
decía que no, que ella era la auténtica heredera porque su padre se lo dejó
todo antes de morir.
LUCÍA BAENA SÁNCHEZ
Según cuenta la leyenda cuando la Alhambra estaba en su
esplendor corría una pareja por aquellos hermosos jardines. Era una pareja
prohibida. Se trataba de una mora y un cristiano que se amaban. Ella era hija
de un señor importante y estaba obligada a casarse con un hombre al que no
quería. Al no poder huir de Granada tomaron una terrible decisión, se
suicidaron en su jardín favorito y fruto de su sangre nacieron montones de
rosas que es lo que hoy conocemos como los jardines del Generalife.
MICAELA HIGUERAS VERA
Ella era una estrella más. Un día, de la tristeza de
contemplar un mundo sombrío, oscuro y lleno de injusticias y muertes. Un día,
soñaba enmarcada en el cielo con las esperanzas que nunca volvían. Empujada por
la tristeza y agonía tropezó con sus ansias de mejorar el mundo, cayó descomponiéndose
en dos pedazos. Una misma alma separada y fraccionada en dos cuerpos. Una de
sus mitades la comportaba una muchacha joven, de cabello largo, tan oscuro como
el carbón. De ella destacaba su coraje y valentía. La otra mitad estaba formada
por un joven alto y fuerte. Ambos, perdidos el uno sin el otro ansiaban la
inconsciente calidad de su otra mitad para así acallar lo rotas que estaban sus
almas. Y es que ambos sabían lo mucho que se necesitaban el uno al otro. Siendo
así como el destino planeó su fortuito encuentro. Y así fue: intercambiaron
miradas, regalaron sonrisas y con tan solo leerse los pensamientos ambos lo
sabían. Las palabras no se quedaban enredadas en la lengua y ambos sabían que
el tiempo para amarse se había agotado. Y es que cuentan que las estrellas
nunca se apagaban ni dejaban de brillar y esto se conseguía con la luminosidad
propia del amor. Fue de las cenizas de estos amantes de donde nació el más
reluciente palacio de la Alhambra.
CARLOS RUIZ CUERVA
Mañana apacible en la ciudad de Granada. El sol se filtraba
por todos los rincones del Sacromonte, el Mirador de San Nicolás alegraba las
vistas de todo aquel que miraba la Alhambra. Los frescos árboles que rodeaban
el lugar hacían que todo fuera más ameno. Si entrabas a la Alhambra saldrías
encantado. Los hermosos rosales del Generalife. Las fuentes suntuosas de agua, los
patios y la vieja Alcazaba árabe. Todo el palacio está en su esplendor, nada ha
cambiado, las leyendas moras todavía se escondían tras las paredes. Las torres
imponentes desde hacía siglos todavía recuerdan la voz de la Sultana huyendo de
Granada. La Alhambra está embrujada con su pasado milenario, una luna llena la
cuidará cuando en esas noches de embrujo quieran atacarla.
NATALIA MARTÍNEZ OSORIO
Todos los días iba a caminar por los jardines de la Alhambra,
siempre había una mujer mayor sentada en un banco, su cara me resultaba
conocida. Pasaban los días y poco a poco me fui acercando a ella, a pesar de
nuestra diferencia de edad hicimos una gran amistad. Un día llegué allí y esa
señora no estaba, pasaban los años y seguía sin aparecer. Busqué información
sobre ella y no encontré nada. Fui a pedir ayuda y me dijeron que esa mujer era
mi abuela y había muerto hace muchos años.
MARÍA RUIZ HERNÁNDEZ
Cuentan que una vez había una hija de un sultán que se
enamoró de un soldado del ejército musulmán. Una noche quedaron a escondidas,
el soldado desenvainó la espada y se la clavó en el corazón a la joven. Al día
siguiente en lugar del cuerpo encontraron una rosa roja aterciopelada. Su padre
supo desde el primer momento que era ella y entonces le construyó la Alhambra
en su hornor.
PATRICIA DE HARO PÉREZ
Me despierto en uno de los aposentos de este castillo llena
de lujos, mientras una mujeres me ofrecen todo tipo de comida y servicios que
garanticen mi seguridad y comodidad. Asomo la cabeza por la ventana intentando
ubicarme y rápido reconozco el lugar donde me encuentro: fuentes, agua,
naturaleza…Granada, más concretamente la Alhambra. Estoy eufórica. ¡Mi máquina
del tiempo ha funcionado a la perfección! He conseguido retroceder 700 años en
la historia de la humanidad para poder empaparme al máximo de esta cultura, sin
embargo, quiero volver a casa. Lo intento desesperadamente, pero solo vuelvo a
despertar en el mismo lugar, con las mismas mujeres. Creo que estoy atrapada y
no puedo volver.
ELENA REQUENA
Hay una vieja leyenda muy poco conocida que ocurrió en la
Alhambra. Dos niños pequeños sin hogar escapaban de las bombas de la guerra que
había en aquellos tiempos. No tenían sitio donde refugiarse y encontraron la
Alhambra. Ambos niños entraron con miedo a esconderse creyendo que podrían
sobrevivir ahí. No imaginaron que habría
un sargento vigilando, echaron a correr por todo el lugar pero no pudieron
hacer nada. El sargento los encontró y para no llevarse cargas los mató de un
tiro. Enterró a los niños en uno de los jardines más grandes del lugar y sembró
flores. Desde ese día todos los visitantes que cruzaron ese enorme jardín
sentían la presencia de dos pequeños jugando, como si la Alhambra fuera su
lugar preferido para las escondidas.
RAQUEL MARTÍNEZ HERNÁNDEZ
Éramos amantes de la Alhambra, nadie sabía cuál era su
secreto, pero en los más ocultos de sus yacimientos guardaba algo que ningún
ser de esta tierra ha descubierto hasta hace un par de años atrás. Era extraño,
imposible de expresar, algo que mi antiguo ser sí pudo descubrir. Aún recuerdo
cuando un gran destello cegó mis ojos, minimizó mis pupilas y se llevó mi alma.
No era algo débil.
Era tan solo algo inhumano.
DAVID LOZANO GONZALO
Conseguí el paseo nocturno solo por la Alhambra tras años
solicitándolo y ya había llegado el día, acababan de cerrar las puertas y ahí
estaba yo solo con la Alhambra. Comencé mi trayecto a la luz de la luna por sus
preciosos jardines y para ver a mi amada Granada subí a la torre más alta y ahí
pasé dos horas mirando. Eran ya las 6 de la madrugada cuando una voz recorrió
mi oreja y mi cabeza. Esa voz era femenina. No decía más que mi nombre pero era
un sonido hermoso que me absorbió. De repente todo empezó a cambiar y personas
empezaron a aparecer a mi alrededor. Estaba en Al-Andalus, estaba en la
verdadera Alhambra…pero ¿cómo?
El hombre desapareció en la Alhambra. Ella se lo quedó. Por
eso dicen que si consigues amar la Alhambra más que a ti, esta te permitirá
vivir eternamente en ella, con ella. Es la magia de la Alhambra.
-Entonces el abuelo está en la Alhambra?
-Sí, está con ella.
ROCÍO CRUZ SÁNCHEZ
Cuenta la leyenda que en las noches de luna llena la Alhambra
está embrujada ya que desde las calles más recónditas de la ciudad se puede oír
el llanto del moro y se respira su amargura como incienso en la madrugá. Sus
lágrimas caían como pájaros de barro decorando cada rincón de aquella ciudad
andalusí. Y por sus pasadizos vagan las entrañas de nuestra cultura, de nuestra
historia, nuestras raíces. Alma evocadora de ensueño y recuerdos, de carisma y
misterios. Luz que deja ciego al que te mira, palacio nazarí. Oh moro de la
morería, déjame que vuelva al lugar donde Granada supo hacerme guía de
emociones que siempre habían sido más.
JOSE MANUEL LEYVA
Mañana fría de un domingo de enero y desperté sentado en un
sillón cuando de repente una voz me dijo: “Cuando salgas de esta habitación el
agua de todas las fuentes se descongelará”.
PABLO ARANDA
Una mañana se puso mala la princesa Aixa, lo primero que hacía
era visitar a los leones de su patio y cantarle por la mañana. Ella enfermó y
murió dos días después. Aixa no salió más y los leones derraman agua que son
lágrimas por Aixa, su princesa de la Alhambra.
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