sábado, 2 de marzo de 2019

PROYECTO VIVIR Y SENTIR LA ALHAMBRA. RELATOS-LEYENDAS-CUENTOS.


Desde el proyecto Vivir y sentir la Alhambra, rescatamos leyendas, inventamos microrrelatos, contamos historias y relatamos el encanto y el embrujo de la Alhambra. Alumnos de 1º de Bachillerato- Literatura Universal.


MARIA VICTORIA FERNÁNDEZ REGALADO


Esta historia narra la leyenda de las almas en pena que vagan por la Alhambra. Todo esto viene de cuando antiguamente los mataban por intereses de tierras, económicos, por motivos de matrimonio, etc…y se dice que todos ellos permanecieron ahí y que poca gente puede contemplar esto. No dejan ver apenas pero hubo un caso especial de una adolescente. Ella iba con su instituto, una mañana normal, como todas. Estaban visitando la Alhambra y de repente sus compañeros se dieron cuenta de que faltaba una de sus amigas. Dos de sus más cercanas se dieron la vuelta para ir a buscarla por si se había distraído o perdido. Efectivamente se la encontraron más atrás, pero vieron algo fuera de lo normal. Ella estaba en el suelo sentada, mirando a la pared. Tenía cara de sorprendida y a veces decía palabras que no se comprendían. Volvió a la normalidad y le preguntaron que si estaba hablando con alguien, pero jamás les repondió a esa pregunta. Ellos pensaron en esa leyenda que les contaron pocos días antes de ir a la Alhambra.

NATALIA CORTÉS HEREDIA


En la Torre de la Vela se encontraba una dama cautiva esperando que su hermoso y honorable caballero llegara. Estuvo esperando por más de un año y ella se sentía cada vez más angustiada y el sultán no la quería dejar ir. La muchacha esperaba y esperaba pero él no llegaba. El caballero por otra parte, intentaba llegar a la torre pero cada vez que se acercaba un poco más, diversos problemas se encontraba. El último obstáculo que encontró fue el Generalife que se hallaba entre un laberinto con diversos pasajes. Se encontraba perdido y sin saber qué hacer. La muchacha cansada de esperar en aquella torre decidió que la mejor opción para esa situación era la muerte y sin más dilación se posó en aquella ventana por la que tanto ansió ver a su caballero y sin más se lanzó.

FRANCISCO J. SIERRA CARVAJAL


Esta pequeña historia comienza en la época de Boabdil. Era un rey un poco promiscuo, por tanto en todo el reino de Granada tenía muchísimos hijos bastardos. Un día, una de las mujeres a las que Boabdil había dejado encinta, se le acabaron los recursos para mantener a su hijo, por lo que decidió pedirle ayuda a Boabdil. Este le negó la ayuda ya que si se la concedía podría perder su reputación. Después de oír esa respuesta la mujer empezó a pensar en cómo podía matar a Boabdil pero sin dejar pistas para así quedar libre y que su hijo no quedara huérfano. Tras varios días encontró la forma, fue a visitar a una curandera para que le hiciese un veneno que al ingerirlo, la muerte fuese inminente. Cuando consiguió ese veneno le propuso a Boabdil pasar una noche en su alcoba en muestra de disculpas por la petición anterior. Boabdil sin dudar aceptó la propuesta. Esta madre antes de ir a la alcoba, roció por todo su cuerpo el veneno, así Boabdil en el primer beso que le dio en cualquier parte de su cuerpo cayó muerto. Así fue como a los pocos minutos de compartir alcoba, Boabdil exhaló su último aliento.

CARMEN MARÍA ARÁNEGA SORIA.


Había una vez una princesa que vivía en la Alhambra. A ella le encantaba pasear por los jardines todas las mañanas mientras le daban los rayos de sol en su rostro. El príncipe vivía en el Generalife y siempre salía a pasear por el Patio de los Leones. Un día se encontró con la princesa. Estaban peleados porque el príncipe se quería quedar con toda la Alhambra y la princesa decía que no, que ella era la auténtica heredera porque su padre se lo dejó todo antes de morir.

LUCÍA BAENA SÁNCHEZ


Según cuenta la leyenda cuando la Alhambra estaba en su esplendor corría una pareja por aquellos hermosos jardines. Era una pareja prohibida. Se trataba de una mora y un cristiano que se amaban. Ella era hija de un señor importante y estaba obligada a casarse con un hombre al que no quería. Al no poder huir de Granada tomaron una terrible decisión, se suicidaron en su jardín favorito y fruto de su sangre nacieron montones de rosas que es lo que hoy conocemos como los jardines del Generalife.

MICAELA HIGUERAS VERA


Ella era una estrella más. Un día, de la tristeza de contemplar un mundo sombrío, oscuro y lleno de injusticias y muertes. Un día, soñaba enmarcada en el cielo con las esperanzas que nunca volvían. Empujada por la tristeza y agonía tropezó con sus ansias de mejorar el mundo, cayó descomponiéndose en dos pedazos. Una misma alma separada y fraccionada en dos cuerpos. Una de sus mitades la comportaba una muchacha joven, de cabello largo, tan oscuro como el carbón. De ella destacaba su coraje y valentía. La otra mitad estaba formada por un joven alto y fuerte. Ambos, perdidos el uno sin el otro ansiaban la inconsciente calidad de su otra mitad para así acallar lo rotas que estaban sus almas. Y es que ambos sabían lo mucho que se necesitaban el uno al otro. Siendo así como el destino planeó su fortuito encuentro. Y así fue: intercambiaron miradas, regalaron sonrisas y con tan solo leerse los pensamientos ambos lo sabían. Las palabras no se quedaban enredadas en la lengua y ambos sabían que el tiempo para amarse se había agotado. Y es que cuentan que las estrellas nunca se apagaban ni dejaban de brillar y esto se conseguía con la luminosidad propia del amor. Fue de las cenizas de estos amantes de donde nació el más reluciente palacio de la Alhambra.

CARLOS RUIZ CUERVA


Mañana apacible en la ciudad de Granada. El sol se filtraba por todos los rincones del Sacromonte, el Mirador de San Nicolás alegraba las vistas de todo aquel que miraba la Alhambra. Los frescos árboles que rodeaban el lugar hacían que todo fuera más ameno. Si entrabas a la Alhambra saldrías encantado. Los hermosos rosales del Generalife. Las fuentes suntuosas de agua, los patios y la vieja Alcazaba árabe. Todo el palacio está en su esplendor, nada ha cambiado, las leyendas moras todavía se escondían tras las paredes. Las torres imponentes desde hacía siglos todavía recuerdan la voz de la Sultana huyendo de Granada. La Alhambra está embrujada con su pasado milenario, una luna llena la cuidará cuando en esas noches de embrujo quieran atacarla.

NATALIA MARTÍNEZ OSORIO


Todos los días iba a caminar por los jardines de la Alhambra, siempre había una mujer mayor sentada en un banco, su cara me resultaba conocida. Pasaban los días y poco a poco me fui acercando a ella, a pesar de nuestra diferencia de edad hicimos una gran amistad. Un día llegué allí y esa señora no estaba, pasaban los años y seguía sin aparecer. Busqué información sobre ella y no encontré nada. Fui a pedir ayuda y me dijeron que esa mujer era mi abuela y había muerto hace muchos años.

MARÍA RUIZ HERNÁNDEZ



Cuentan que una vez había una hija de un sultán que se enamoró de un soldado del ejército musulmán. Una noche quedaron a escondidas, el soldado desenvainó la espada y se la clavó en el corazón a la joven. Al día siguiente en lugar del cuerpo encontraron una rosa roja aterciopelada. Su padre supo desde el primer momento que era ella y entonces le construyó la Alhambra en su hornor.

PATRICIA DE HARO PÉREZ


Me despierto en uno de los aposentos de este castillo llena de lujos, mientras una mujeres me ofrecen todo tipo de comida y servicios que garanticen mi seguridad y comodidad. Asomo la cabeza por la ventana intentando ubicarme y rápido reconozco el lugar donde me encuentro: fuentes, agua, naturaleza…Granada, más concretamente la Alhambra. Estoy eufórica. ¡Mi máquina del tiempo ha funcionado a la perfección! He conseguido retroceder 700 años en la historia de la humanidad para poder empaparme al máximo de esta cultura, sin embargo, quiero volver a casa. Lo intento desesperadamente, pero solo vuelvo a despertar en el mismo lugar, con las mismas mujeres. Creo que estoy atrapada y no puedo volver.

ELENA REQUENA


Hay una vieja leyenda muy poco conocida que ocurrió en la Alhambra. Dos niños pequeños sin hogar escapaban de las bombas de la guerra que había en aquellos tiempos. No tenían sitio donde refugiarse y encontraron la Alhambra. Ambos niños entraron con miedo a esconderse creyendo que podrían sobrevivir ahí.  No imaginaron que habría un sargento vigilando, echaron a correr por todo el lugar pero no pudieron hacer nada. El sargento los encontró y para no llevarse cargas los mató de un tiro. Enterró a los niños en uno de los jardines más grandes del lugar y sembró flores. Desde ese día todos los visitantes que cruzaron ese enorme jardín sentían la presencia de dos pequeños jugando, como si la Alhambra fuera su lugar preferido para las escondidas.

RAQUEL MARTÍNEZ HERNÁNDEZ


Éramos amantes de la Alhambra, nadie sabía cuál era su secreto, pero en los más ocultos de sus yacimientos guardaba algo que ningún ser de esta tierra ha descubierto hasta hace un par de años atrás. Era extraño, imposible de expresar, algo que mi antiguo ser sí pudo descubrir. Aún recuerdo cuando un gran destello cegó mis ojos, minimizó mis pupilas y se llevó mi alma.
No era algo débil.
Era tan solo algo inhumano.

DAVID LOZANO GONZALO


Conseguí el paseo nocturno solo por la Alhambra tras años solicitándolo y ya había llegado el día, acababan de cerrar las puertas y ahí estaba yo solo con la Alhambra. Comencé mi trayecto a la luz de la luna por sus preciosos jardines y para ver a mi amada Granada subí a la torre más alta y ahí pasé dos horas mirando. Eran ya las 6 de la madrugada cuando una voz recorrió mi oreja y mi cabeza. Esa voz era femenina. No decía más que mi nombre pero era un sonido hermoso que me absorbió. De repente todo empezó a cambiar y personas empezaron a aparecer a mi alrededor. Estaba en Al-Andalus, estaba en la verdadera Alhambra…pero ¿cómo?
El hombre desapareció en la Alhambra. Ella se lo quedó. Por eso dicen que si consigues amar la Alhambra más que a ti, esta te permitirá vivir eternamente en ella, con ella. Es la magia de la Alhambra.
-Entonces el abuelo está en la Alhambra?
-Sí, está con ella.

ROCÍO CRUZ SÁNCHEZ


Cuenta la leyenda que en las noches de luna llena la Alhambra está embrujada ya que desde las calles más recónditas de la ciudad se puede oír el llanto del moro y se respira su amargura como incienso en la madrugá. Sus lágrimas caían como pájaros de barro decorando cada rincón de aquella ciudad andalusí. Y por sus pasadizos vagan las entrañas de nuestra cultura, de nuestra historia, nuestras raíces. Alma evocadora de ensueño y recuerdos, de carisma y misterios. Luz que deja ciego al que te mira, palacio nazarí. Oh moro de la morería, déjame que vuelva al lugar donde Granada supo hacerme guía de emociones que siempre habían sido más.

JOSE MANUEL LEYVA


Mañana fría de un domingo de enero y desperté sentado en un sillón cuando de repente una voz me dijo: “Cuando salgas de esta habitación el agua de todas las fuentes se descongelará”.

PABLO ARANDA



Una mañana se puso mala la princesa Aixa, lo primero que hacía era visitar a los leones de su patio y cantarle por la mañana. Ella enfermó y murió dos días después. Aixa no salió más y los leones derraman agua que son lágrimas por Aixa, su princesa de la Alhambra.


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