viernes, 1 de marzo de 2019

TEXTO A PARTIR DE UNA SERIE DE PALABRAS DADAS.


He pedido a mis alumnos que elijan palabras bonitas, palabras sonoras para escribir un texto. Han surgido palabras como ALEGRÍA-DISTANCIA-SOLEDAD-LÁGRIMAS-NOSTALGIA-ALMA-ESPERANZA-PESADUMBRE-DULCE-AMOR-FUGAZ-EFÍMERO-RESILIENCIA-ETERNIDAD-AÑORANZA-EGOISMO-EMPATÍA. Sobre esta base léxica hemos construido textos sugerentes. Os dejo por aquí una muestra que resume esta actividad de escritura creativa.


Es el momento en el que me siento, me siento incapaz de volver a andar sobre mi cuerpo, incapaz de volver sobre mis pasos, no puedo regresar, me siento pesada, me siento sola y triste, la alegría de mi ser ya acabó, terminó por completo, finalizó.
Es hora de mirar un lejano, algo a distancia, algo que no es próximo. Pisando fuerte en la soledad, me siento ahogada, no soy capaz de surcar sobre mis lágrimas, me voy hundiendo, poco a poco, me hundo en la nostalgia de las curvas de tu sutil y amado mundo.
Con el paso de los años, aprendí, que los ojos son el reflejo del alma, pero el pensamiento inquieto de no volver a mirar tus dilatadas pupilas, es una pesadumbre amarga, una pesadumbre que mata.
Tengo esperanza en el interior, dentro de mí, de que estés donde estés, tu parte buena, tus dulces sentimientos, no olvidarán que querer es poder, y que tu amor es más fuerte que todo ese ardor que trepa, trepa lentamente por tu cuerpo.
Hoy en día, tu recuerdo es tan fugaz que a la vez efímero. Mi resiliencia sobre ti, no avanza, aunque me repitan una y mil veces que todo no se tiene una eternidad.
La añoranza no es algo pasajero, pues el egoísmo de quererte solo para mí, me llevo a mi mayor pesar en la vida, hasta el fin de mis días.
Querida dama, estoy tan sola… no siento ni recibo empatía de nadie, no siento que nadie por ti moriría.

 RAQUEL MARTÍNEZ HERNÁMDEZ.   1º BACHILLERATO B.




Ese fue el ultimo día que te vi, añoro tu voz, como me mirabas, el poder que tenias de sacarme una sonrisa con solo una mirada.

Seria muy egoísta por mi parte decir que no te echo de menos.
Sentir que todo se acabó. Pero mi amor hacia ti nunca tendrá un final.
Recuerdo esos momentos junto a ti y soy incapaz de evitar que una lágrima caiga de mis ojos.
Hay una distancia que nos separa, la pesadumbre de saber que no estas inunda mi alma. Saber que no te volveré a ver es lo que mas me mata. 
Se que no hay una eternidad para todo pero eso no me consuela, tengo la esperanza de verte una vez mas para decirte lo importante que eras para mi.
Ese tiempo se me hizo muy efímero, pero en esos momentos no se me podía pasar por la cabeza que no e volvería a ver mas, recuerdo el ultimo hasta luego y todavía sigo esperando ese luego.
En estos momentos siento empatía con la soledad
pero siempre te recordare como una estrella fugaz dulce y alegre que surca por mi vida.

                                                                                                      -Natalia Martínez Osorio-





Soy incapaz depoder recordar el momento en que todo pasó, quiero surcar ese momento tan doloroso para mí. Pensarlo me da pesadumbre.
 Me haces sentir tonta, se derraman las lágrimas de mis ojos. A la vez de que siento nostalgia, también siento alegría, ¿por qué? Que alguien me lo explique. Quiero que tú que me hiciste daño tuvieras empatía. Desde que no estoy a tu lado, me siento con un estado de ánimo que se podría llamar soledad.
Me pregunto cada minuto y cada segundo, ¿Por qué tuviste que irte allí arriba sin decir nada? Prometimos estar una eternidad uno al lado del otro y tuvo que finalizar todo como si de una película se tratara.
Y pensar que antes de todo, solo dábamos importancia al egoísmo y no al dulce amor que teníamos en ese momento de crisis. Esta distancia me está matando.
Todo mi sentimiento, todo mi amor y hasta puse la mano en el fuego para que todo saliera bien, solo para ayudarnos a salir adelante con lo nuestro, pero tú te fuiste tan rápido como una estrella fugaz.
Tú no te has ido de mi mente, eso implica que tu alma no se ha ido de mi lado. Cada vez que te pienso recuerdo toda tu sonrisa mirándome. Yo sigo teniendo esperanza de que vuelvas, aunque sé que eso no va a pasar.
Nuestra relación no fue efímera, fue bastante duradera. ¿Por qué en el mejor momento tuviste que marchar?
Seré fuerte y tendré resiliencia. Tu añoranza me mata, vuelve.


Rocío Vílchez





Palabras…
Dicen que el amor es el sentimiento más grande que podemos tener, y a la vez, el más peligroso.
Tiene el poder de destruir, pero también el de crear.
Para mí, el amor más grande y más bello que hay es el amor platónico, porque amamos sin pedir nada a cambio, amamos porque así lo sentimos, amamos sabiendo que la otra persona nunca nos amará. Y nunca perdemos la esperanza, nunca nos rendimos, y siempre luchamos. Y somos incapaces de ver la realidad, ya que haríamos cualquier cosa por, aunque sea, una mirada suya.
Surcaríamos los mares para romper la distancia, iríamos al fin del mundo, solo por un respiro suyo. Y no nos damos cuenta, que lo que buscas de esa persona, siempre ha estado ahí, delante de nuestras narices. Pero estamos ciegos. Esa persona que siempre ha sido dulce, sintió empatía por ti en tus peores momentos, esa persona que siempre estuvo ahí, abrazándonos, alegrándonos, llorando con nosotros. Pero nuestras lágrimas no nos dejaban ver.
Por eso, te quería decir ‘gracias’. Gracias por haber estado ahí cuando te necesitaba, gracias por siempre darme un abrazo sin decir un porqué, por darme cariño y, por no dejar que me consumiera en la soledad.
Lo siento por todas las veces que te ignoré, siento que el tiempo estaba en mi contra y era efímero, mi alma pesaba y se escondía en una oscura eternidad, la cual no me dejaba salir adelante.
Y ahora siento alegría, mi corazón salió de la pesadumbre, y brilla como una estrella fugaz. Porque sé que estás aquí, conmigo, en las buenas y en las malas.
Recuerdo con nostalgia aquellos días, puedo salir adelante, pero perder la añoranza sería olvidarse, y no quiero perder una etapa de mi vida, porque, aunque sufrí, estabas ahí.

Estuviste desde el principio, y sé que al finalizar mi historia, también estarás.

Elena Requena.



TEXTO CON PALABRAS:
Siento esa tristeza dentro de mi, calándome hasta los huesos. Me siento como en un lugar negro, solo y frío donde una serie de sentimientos vienen a por mí, porque sé que no tengo suficiente resiliencia como para seguir sin ti. Un pilar, sí, eso es lo que fuiste en mi. Llegaste a mi vida como una estrella fugaz, desearía volver la mirada  atrás por un tiempo. Aún puedo sentir nuestras risas, nuestros momentos y nuestra alegría.
Sigo aquí en este lugar frío y oscuro, la soledad me acompaña, regresa la depresión y más recuerdos a seguir desgarrándome el alma, vienen las alucinaciones cargadas de egoísmo, pesadumbre y nostalgia.
¿Alguna vez te dije que surcaría los mares contra viento y marea para que tan solo me dijeses hola?
Vuelven las lágrimas chocándose contra la almohada con el miedo a que se vuelva más grande la distancia, al fin y al cabo parezco por dentro un dulce oso de peluche lleno de amor y de añoranza.
Cuando paso por tu lado soy incapaz de no sonreír, no soy capaz de decirte que te echo de menos, que estoy rota por dentro, que te quiero mucho, que cada momento que paso contigo se me hace efímero, que eres y serás un pilar fundamental para mi. De nuevo mis lágrimas quedan al descubierto y siento que no van a poder finalizar en una eternidad.
Lo siento, de verdad que lo siento, por tener este corazón tan sensible pero te quiero

María Ruiz.




He desperdiciado el tiempo surcando lo más recóndito de mis más oscuras y temillas pesadillas, con la esperanza de hallar una solución, algo a lo que poder aferrarme férreamente, sin ser plenamente consciente de que es la vida lo que se nos escapa como lo hace el tiempo en un reloj de arena.
Se deshace entre nuestros dedos a pasos agigantados, sin poder hacer nada para evitarlo.
Se esfuma entre los vestigios de un recuerdo anclado en el pasado: un recuerdo agridulce y amargo, que martillea, desgasta, erosiona y consume.
Puedo imaginar que todo está bien, que tú estás bien, pero engañarnos a nosotros mismos no es más que una excusa barata para poder sobrellevar y ocultar el dolor tras una bonita pero frágil coraza disfrazada de alegría.
Lo siento, soy incapaz.
Incapaz de camuflarme tras el egoísmo de una sonrisa que solo busca cumplir con las apariencias.
Siento que se te apaga el alma, y no puedo evitar pensar que es mi culpa. Un recuerdo fugaz, efímero, cada vez más confuso, más borroso, menos real: la melodía de un par de acordes de guitarra y el sonido de dos corazones que bombeaban empatía en una combinación casi perfecta de todos y cada uno de los latidos, para que, al finalizarel vals que crean tus dedos contra las cuerdas, uno de los dos corazones dejase de sonar, abandonando así al otro, ya roto, mientras navega perdido en un mar de lágrimas, nostalgia y añoranza.
Me gustaría ser capaz de manejar y cambiar los recuerdos que tengo almacenados a mi antojo. Quizá así la soledad y el vacío podrían ser saciados con el resplandor de tu mirada y el melifluo sonido de tu risa.
Has dado a parar con un ser en soledad, pero la resiliencia apagará la angustia y el dolor que me inunda cada vez que te pienso.
Ni siquiera recuerdo tu rostro: solo me queda el consuelo de saber que formaras siempre parte de mi
Ni quiera llegue a conocerte como habría querido haberlo: solo sé que la palabra amor se quedaría corta para definir lo que siento por ti.
Recuerda, esto no es más que distancia, algún día nuestros corazones descansarán juntos.
Todavía te siento.


Patricia De Haro

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